El trabajo en casa ha llegado para quedarse. El Covid-19 ha transformado el mundo de manera forzosa, ello ha llevado a que algunas empresas hayan instaurado de manera transitoria este modelo, incluso en algunos casos el trabajo en casa podría convertirse en teletrabajo.
El desenvolvimiento de esta labor está derivada principalmente del uso de tecnologías de información, seguido de la organización de las tareas y la administración del tiempo. Aunque este es el común denominador del trabajo en casa y el teletrabajo, existen diferencias entre ambas modalidades.
Actualmente en Colombia el teletrabajo está regulado por la Ley 1221 del 2008 y el decreto 884 del 2012, el decreto 884 de 2012 y la resolución 2886 de 2012. Con la llegada de la pandemia al país, el ministerio de trabajo presentó la circular 0021 de 2020 donde se reunen las diferentes medidas para contrarrestar el impacto de empleadores y empleados que comparten un espacio físico en aras de su actividad empresarial, este es nuestro punto de partida para establecer las diferencias entre el trabajo en casa y el teletrabajo.
Algunas características del teletrabajo:
Tal como el modo presencial, está sujeto formalmente a un contrato en el cual la labor puede ser realizada en cualquier lugar, no requiere la presencia física del trabajador en las instalaciones de la empresa, se puede ejercer permanentemente por fuera de las instalaciones de la empresa y desde cualquier domicilio.
También se puede gestionar de forma intermitente en la empresa o sitios designados por los empleadores, y aunque existen varias aplicaciones para la comunicación, algunos jefes fomentan los meetings presenciales para romper un poco con la virtualidad acostumbrada y afianzar los lazos del equipo de trabajo.
Las condiciones del teletrabajador no se pueden reducir o desmejorar en ningún caso y todas y cada una deben estar definidas en el contrato, desde el horario establecido, las restricciones, el manejo de la información, nivel de dependencia, hasta las previsiones en seguridad en seguridad social y salud en el trabajo.
Y ahora veamos cómo es el trabajo en casa:
El trabajo en casa se utiliza de manera transitoria, puede darse en situaciones tales como: mejoras locativas de la empresa que podrían interferir en la comodidad y seguridad de los empleados, restricciones de movilidad en la ciudad instauradas por los gobiernos locales para potenciar el flujo vehicular, situaciones de orden público y/o en situaciones de emergencia sanitaria tal como lo estamos viviendo a causa de la pandemia.
La labor se puede realizar desde el domicilio del empleado o el lugar que habite, debe contar con las herramientas para ejecutarlo, sin ser estas examinadas previamente tales como: un espacio ergonómico, los controles eléctricos y la capacidad de los equipos, factores que si están sujetos a revisión en un contrato de teletrabajo.
La idea del trabajo en casa es que sea temporal y no obedece a que se ceñirá a esa circunstancia durante toda la vigencia del contrato, lo habitual es que los empleados improvisen una estación de trabajo en un escritorio de poco uso, muebles auxiliares o inclusive el comedor familiar.
Esta forma de trabajo remoto puede terminarse cuando el empleador lo considere, teniendo presente el entorno y la capacidad de respuesta a las eventualidades; de este modo podemos entender que una persona que trabaje en casa no se define como un teletrabajador.
Con lo anterior podemos inferir que teletrabajar no es lo mismo que trabajo en casa, existen más diferencias que van formando la brecha entre ambos tipos aunque estos mismos están relacionados con la cibercultura y han sido un salvamento para millones de personas y de organizaciones en el mundo, solo el tiempo nos dirá si el trabajo en casa podría convertirse en teletrabajo en algunos casos como una nueva realidad acorde con una apuesta por la calidad de vida, la movilidad y el medio ambiente.
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